Los enfermos mentales de la oficina del Departamento de Estado gringa

Al ver el desencajado y enfurecido rostro de Hilaria al confirmar y autenticar la fuga de documentos reales y oficiales conteniendo información secreta, incriminatoria, traicionera y reveladora, y declarando que el criminal es quien dió a conocerlos y no quien, con doble cara, elaboró los mismos y se sigue autodenominando amigo y aliado del objeto de su reporte, me pregunto ¿que enfermedad mental estará aquejando a los empleados de todos los niveles de la oficina gringa?
Llorens (un empleado de esta oficina) escribe con sus manos que lo sucedido en Honduras el 28-junio-2009 fue golpe, que el ejercito actuó ilegalmente, que debió inhabilitarse a Pepe, etc., pero dice con su lengua que no fue golpe, que no hubo ilegalidad, que las elecciones fueron transparentes, etc. ¿será alguna enfermedad mental que bloquea la comunicación orgánica entre las manos y la lengua, cuando esta pasa por el cerebro?
Y algo que preocupa más todavía es que aparentemente la enfermedad se esta volviendo contagiosa: Pepe declaró que este tipo de actividad es normal, entonces ¿traicionar y mentir a nivel oficial y entre amigos y aliados es normal? (solo puedo recomendar a los amigos de Pepe que se cuiden), y luego cuando dice que "algún día la OEA va a readmitir a Honduras a la organización y cuando ese día llegue ahí estaremos", ¿acaso puede ser de otra forma? ¿acaso podemos "estar ahí" antes de que Honduras sea readmitida? Solo se puede describir como un accionar mental muy accidentado.
Y es multicultural y trasciende fronteras: un asesor presidencial canadiense ha recomendado (Thomas Flanagan es asesor presidencial link) que Julian Assange sea asesinado, que Obama debería enviar un mercenario o un avión no tripulado a hacer el trabajito ¿que estará pasando por la mente de este asesor presidencial?, la imprudencia de hacerlo por los medios de comunicación, el delito y pecado de proponer asesinar, el hecho que a todas luces "esta orinando fuera de la nica", la desfachatez de obviar el contenido incriminatorio y traicionero de los documentos, son todas contradicciones propias de un enfermo mental que necesita camisa de fuerza.
Y luego también parece que la desmemorización forma parte de los síntomas que acompañan esta enfermedad mental altamente contagiosa porque el escándalo de la avioneta robada (en la mera jeta) de la base de la fuerza aérea, no solo ya se olvidó sino que ahora, al general responsable, se le quiere ascender de rango, y más, a un rango que en Honduras no existe.
Hoy trascendió que el presidente de la Corte Suprema aceptó que no puede memorizar la constitución, cuando se le consultó acerca de si sabía en qué artículo de la misma se encuentra legislado o descrito lo de la sucesión constitucional, el famoso artículo centro de la discusión de los últimos 17 meses.
Por suerte en Honduras ya se están tomando previsiones para combatir esta que apunta a ser una pandemia (tipo la gripe H1N1), al decretar desde el congreso (lúcido y sin intenciones ocultas como siempre) que para la temporada navideña se van a encerrar a los “loquitos” que adornan nuestras calles de Tegucigalpa, que aunque no hacen ningún daño, pero se miran “feos” (como diría Marta Lorena con una sabrosa sonrisa vacía).
Con razón también Hilaria esta preocupada por la salud mental de dña. Cristina, que en secreto la anda investigando, imagino que dña. Cristina debe estar contentisima.
No sabría decir cuando habría empezado la epidemia, pero ya desde Bush y su justificación de la guerra contra Irak sobre la base de la presencia de armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas, habría que ir empezando una investigación forense.
¿Cuál es la tan respetada Primera Enmienda de la constitución gringa?

ijole...!!!