2009-08-08

Abstencionismo o castigo al bipartido

El significado del voto blanco y de la abstención, y de algunos votos nulos, es intelectual pero insustancial.

En las últimas votaciones hemos observado como estas tres manifestaciones han venido ganando terreno y ahora se cuentan como un sector importante que se ha convertido en la meta de los políticos que pretenden captar nuevos sufragios para hacerse con el poder como resultado de la elección democrática.

A mi modo de ver, no es esa la intención de los votantes que votan así, sino que mas bien su intención es dar a entender a los políticos su desacuerdo y su repudio a sus propuestas y a ellos mismos, y aunque quizás los políticos entiendan este mensaje, para fines prácticos y electorales ellos alcanzan la tan ansiada y "trabajada" elección aunque sea con un mínimo de votos.

Ciertamente, ¿cuáles han sido las consecuencias de este crecimiento del abstencionismo?, aparte de los merecidos y consabidos análisis de resultados electorales en los que se declara que "el abstencionismo es significativo" cocinado en todos los sabores y estilos que nuestra sociedad intelectual y analítica nos pueda brindar, las consecuencias son nulas.

Es decir, que el abstencionismo no es escuchado por nadie y no puede hacerse nada con el, pero, y ¿que hay del hecho de que son muchas las personas que votan o se manifiestan así?. A menos que sea absoluto, idelamente total, el abstencionismo no repudiará, no castigará y no será escuchado.

Se aproximan unas elecciones que hasta el momento son ilegales y sus resultados no gozarán de la aceptación de la comunidad internacional, este pequeño detalle se resuelve con la restitución del legítimo presidente de la república José Manuel Zelaya Rosales. De cualquier manera legales o ilegales, aceptadas o no, prometen ser unas elecciones en las que los errores en la aplicación del sistema, estrategia y prácticas de fraude por parte del bipartido (Partido Nacional y Partido Liberal) detectados en la celebración de las elecciones internas, ya estarán subsanados y algunas mejoras al sistema fraudulento serán aplicadas para garantizar el triunfo.

Pueden haber muchas, pero a mi se me ocurre una forma para castigar al bipartido, y es no votando por ellos, sino votando por uno y/pero solo uno de los otros candidatos. En el caso de que las próximas elecciones se mantengan ilegales y no aceptadas por la comunidad internacional, podemos asistir a ensayar la votación y visualizar un triunfo escuchado, interpretado y puesto en práctica, al hacer perdedor al bipartido, al levantar ganador a un candidato fuera del bipartido, y que luego se confirmaría con las elecciones verdaderas. Un resultado así levantaría una polvareda de impugnaciones de parte del bipartido, pero en este caso el mensaje sería enviado y evidente.

Ahora solo falta escoger quien de los dos candidatos no-golpistas (Carlos H. Reyes o Cesar Ham) será el objeto de nuestro voto con el fin de enfocar nuestra fuerza electoral y no desconcentrarla y así propiciar la derrota bipartidista. La concentración de fuerzas es necesaria debido a la presencia en el bipartido de "la mancha brava" que incondicionalmente votará por el rojo o por el azul.

Es mi opinión muy personal la de favorecer como presidente a Carlos H. Reyes, que según mis investigaciones ha tenido una trayectoria en la que no se le conocen actividades corruptas y un indiscutible enfoque hacia la defensa de los derechos de los trabajadores, y favorecer las candidaturas para diputados de la UD de manera que el bipartido y sus dos garrapatas (PINU y DC) se conviertan en minoría y no puedan obstaculizar el accionar del gobierno como ha ocurrido con el presente gobierno de Zelaya.


La invitación va para toda la comunidad abstencionista a que a este ensayo próximo del 29 de Noviembre se pronuncie con su voto pero esta vez castigando al bipartido y dejando por fuera a los diputados empresariales.

ijole........

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